Cuando una persona que sufre de adicción llega a un grupo de terapia se produce un fenómeno muy especial.
Si esa persona tiene verdadera intención de recuperarse y cambiar de vida encuentra un lugar ideal en el que explicar su experiencia y encontrar apoyo y consejo por parte de otras personas que han pasado , o están pasando, por la misma situación. Sentirse identificado y adherirse al grupo es algo muy gratificante para alguien que, generalmente, lleva mucho tiempo encontrándose cada vez más solo, incomprendido e impotente.
Al llegar a un grupo de terapia, encuentras compañeros que, como tú, están iniciando su proceso de recuperación, otros que ya llevan un tiempo recuperándose y otros, los “veteranos”, que ya han superado o están en la fase final de su proceso.
Más allá de la relación personal que puedas establecer con cada uno de tus compañeros, sentarse en terapia y percibir cómo funciona el grupo es algo que no te puede dejar indiferente. El grupo puede ser duro con alguien cuando hay que hacerlo reaccionar, el grupo puede ser comprensivo y acogedor con alguien que lo esté pasando mal en ese momento, y el grupo siempre, siempre, ofrecerá ayuda a aquel que la necesite. Se genera una solidaridad tremenda entre compañeros en una sala de terapia. Esa es la fuerza del grupo.
Todas las personas que formamos parte y colaboramos con la Asociación de ayuda a personas con adicciones Nati García, somos adictos recuperados a quienes esa solidaridad hacia otros adictos ha marcado un antes y un después en nuestras vidas.
Todos nosotros somos personas adictas que ya han superado su propio proceso, pero que no queremos desvincularnos de esa motivación que ha supuesto ayudar a otros a recuperarse. Más allá de que podamos asistir cada cierto tiempo a terapias, y ayudar con nuestro testimonio a los recién llegados, queremos dar un paso más allá y reforzar esa solidaridad, esa fuerza que nos ha hecho recuperarnos apoyándonos unos a otros.
Este es el objetivo principal de nuestra asociación. Por ello, ofrecemos asesoramiento gratuito a personas adictas y a sus familiares sobre cómo actuar y qué camino seguir para recuperarse. Orientamos a cada familia y a cada paciente hacia el tratamiento que sea más adecuado para ellos e incluso, en aquellos casos en que sea necesario, podemos ayudar a encontrar los recursos económicos necesarios para cubrir los costes de un tratamiento profesional de calidad.
Las aportaciones económicas de nuestros socios y colaboradores se utilizan para pagar un tratamiento a aquellas personas adictas que se encuentren en situación de desamparo y exclusión, con el compromiso por su parte de realizar un buen proceso de recuperación y retribuir esa ayuda cuando hayan completado su reinserción y puedan mantenerse económicamente. Ayuda y solidaridad por nuestra parte. Compromiso e intención por parte del adicto. Esa es la fuerza del grupo, y esa queremos que sea la fuerza de nuestra asociación.